Cuentas
claras, …
Columna en Periódico
Tribuna de la Bahía
Puerto Vallarta, Jalisco.
Viernes 23 septiembre,
2016.
Malas similitudes entre Puerto Vallarta y Bahía de Banderas
Existen buenas similitudes y
malas similitudes, cuando son buenas por lo general uno hasta recomienda
replicar, usar y conocer, para que la experiencia y conocimiento adquirido se
aproveche. Pero cuando son malas, pues la verdad es lo menos recomendable.
Sin embargo, en las actuales
administraciones de gobierno municipal de Puerto Vallarta y de Bahía de
Banderas, se ha presentando una similitud que es digna de señalarse. Ya sea
porque parece un modo “operandis” de los gobiernos, o porque se observa un
“acomodo” de personas, o porque de plano existe incapacidad operativa de
planeación. Por cualquiera de estas situaciones u otras, el punto es que hay
una gran similitud.
Ambos municipios se
encuentran en procesos de consulta de planes de desarrollo urbano, Puerto
Vallarta con un Plan Parcial del Distrito 7, es decir una partecita del
territorio municipal, mientras que Bahía de Banderas es el Plan Municipal de
Desarrollo Urbano, es decir, todo el Municipio. Pero ambos en consulta pública.
¿En qué consiste esta similitud?
Ambos municipios en vez de
conformar su Consejo Municipal de Desarrollo Urbano desde el inicio de su
administración, lo han conformado justo al momento en que “deben” aprobar la
Consulta Pública de dichos planes urbanos. Ambos municipios han dejado sin
operar, es decir, sin consultar, sin validar, sin pedir opinión, de este grupo
de expertos que integran este tipo de consejos ciudadanos. Sólo cuando los
“necesitaron”, los echaron andar. Toda la planeación previa del Municipio, no.
¿Curiosa similitud, no cree Usted?
Así que ambos municipios, el
mismo día que conformaron o pusieron en operación su consejo municipal de
desarrollo urbano, se les pidió que aprobaran la Consulta Pública del plan de
desarrollo urbano correspondiente. Sin presentación previa, sin foros previos,
sin reuniones previas…nada, así, plum!!! ¡A consulta pública!
Vale la pena aclarar la
función de un Consejo Municipal de Desarrollo Urbano, para dimensionar la
importancia de esta mala similitud que me estoy atreviendo a señalar aquí.
Este tipo de consejo, son
órganos de consulta y de colaboración a los gobiernos municipales,
principalmente integrados por representantes de la sociedad civil, empresarios,
universidades, ambientalistas, miembros de colegios de profesionistas (por lo
regular arquitectos y/o ingenieros), así como por funcionarios de gobierno en
materia de planeación urbana.
En estos consejos colegiados
se analiza la planeación urbana, se revisan las propuestas de reglamentos en
estas materias, se hacen observaciones o consideraciones a proyectos de
desarrollo urbano que se presenten para el municipio, se hacen reflexiones
sobre modificaciones a las leyes y a los propios reglamentos municipales,
incluso se pueden organizar eventos temáticos para fortalecer el conocimiento
ciudadano en materia planeación urbana. En fin, hay una gran cantidad de tareas
de colaboración y cooperación entre sociedad y gobierno, para el desarrollo
integral de un municipio.
Así que si no los operan o
no funcionan, salvo para cuando el marco legal obliga a los municipios, es
cuando la pregunta cae… ¿Por qué hasta ahora? ¿Por qué la planeación urbana de
un municipio, que es clave para el bienestar de la población, no se aborda en
estos consejos con mayor anticipación?
Ahora bien, es verdad que
los miembros integrantes de los consejos pudieron haberse negado a votar o bien
haber solicitado conocer dicho plan previamente, antes de abrir a la consulta
pública y al menos estar al tanto con mayor detalle de lo que se va a consultar
a los ciudadanos, al fin y al cabo que son órganos coadyuvantes y de consulta
técnica del Ayuntamiento, así que tienen ese derecho.
Es decir, la mala similitud
no cae sólo en los Gobiernos Municipales, sino también en la sociedad que nos
representa en estos consejos ciudadanos.
La planeación de un
municipio es a largo plazo, con una visión que proyecte el desarrollo integral,
que ordene el territorio, que condicione u oriente hacia dónde vamos como
ciudad, como destino turístico en nuestro caso, así que no es peccata minuta, y debemos exigir mayor
seriedad y compromiso para nuestro bienestar, calidad de vida y con ello,
cuentas claras…
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